Un santuario gastronómico,
así es como lo define su propietaria.
Caín es un restaurante de comida castellana pero con vanguardia, especializado en carnes a la brasa y platos elaborados con productos de la zona. «Productos locales y de calidad que para nosotros son sagrados, con una propuesta de renovación de la tradición culinaria castellana».
Se accede a través de un patio sin desniveles desde la calle, y está todo en planta baja. En su interior tampoco hay desniveles y hay espacio suficiente para la deambulación. Cuenta con baño adaptado y las mesas son bajas con pata central.
Abierto de jueves a domingo. Permite reservar a través de la web.