Si visitas nuestra provincia y no quieres perderte sus manjares más preciados, apunta estos cinco platos típicos que no puedes dejar de probar.
Lechazo
Un cuarto de lechazo asado y una ensalada es todo un clásico cuando vienes a Valladolid. El cordero lechal constituye una referencia de la gastronomía vallisoletana. ¿La mejor época para consumirlo? Primavera, porque es cuando la oveja churra de Castilla y León come buenos pastos y las crías se alimentan exclusivamente de leche materna. Sin embargo, en nuestra tierra es habitual consumirlo en las cenas de Navidad o en grandes celebraciones.
Un apunte: no puedes dejar de probar los pinchos de lechazo a la brasa con ramas de sarmiento de las vides de nuestra Ribera de Duero. Los más típicos son los de Traspinedo.
Sopas de ajo
En épocas de hambre un plato de aprovechamiento: agua, ajos y pan duro, un plato consistente que sustituyera a la carne. Era típico almorzarlo para reforzar las defensas y librarse de la gripe gracias a las propiedades del ajo. Actualmente es un primer plato muy socorrido para hacer frente a las bajas temperaturas de nuestra provincia.
Espárragos de Tudela
Desde el siglo XV se cultiva en Tudela de Duero este producto, considerado un manjar digno de reyes. El espárrago es típico comérselo cocido y aderezado simplemente con aceite y sal. Desde Tudela salían cada día numerosos mazos hacia la corte que se utilizaban para agasajar a los Reyes Católicos a cambio de favores.
Patatas a la importancia
Si eres fan de las patatas en todas sus formas, estas pasarán a encabezar tu lista top ten. Se trata de un plato de patatas guisadas y previamente rebozadas que forman parte de muchos de los menús de los restaurantes más tradicionales de nuestra provincia.
Tortilla de chorizo
Todos sabemos que la tortilla de patata es típica en todos los rincones de nuestro país pero en Valladolid la de chorizo es lo más. Le añadimos chorizo curado en trocitos antes de cuajarla y se hace la magia. Si vienes a visitarnos no te quedes sin probarla.